De "calero" a director de la José Vicente Villada (Parte II de III)

Una de sus mayores ilusiones es que la Villada y todo San Mateo Atenco cuenten con un auditorio digno. (Foto: LVB)



Yo le agradezco todo a una señora que está en el cielo, porque no creo que esté en otro lado: a mi abuela. Sí le doy gracias a mi madre que me dio el Ser, pero quien me enseñó a ser una persona honesta, trabajadora y responsable fue la señora Concepción Reyes Flores, ya finada, que fue mi abuela materna. Me enseñó a trabajar, a respetar a la gente, y sobre todo a superarme porque me inculcó mucho el espíritu de superación. ¡Esto es lo que hace falta! Que los padres de familia y encargados de nuestros alumnos les inculquen a sus hijos el espíritu de superación.
“Algo especial para mí es que yo le conozco todo el municipio al 100%, porque de niño, de los ocho a los doce años, yo vendía cal que llevaba en un burrito. De ‘calero’ pasé a ser docente, de ‘calero’ pasé a ser director de la escuela más grande de San Mateo Atenco. La gente piensa que me ofende diciéndome que soy “calero”, pero no, me enaltece porque muchas personas que tenían mejores condiciones económicas que yo se quedaron rezagadas. Me siento orgulloso de haber vendido cal por todo el municipio, acompañado de mi abuela y con mi burrito. Amo a mi abuela, esté donde esté, porque le puedo decir que gracias a ella soy lo que soy.
“Mi madre quedó viuda y tuvo que trabajar en México como sirvienta. Nos venía a ver cada ocho días y le dejaba dinero a mi abuela. Fue una señora que nos apoyó mucho, pero la mayor parte del tiempo no estuvo con nosotros. Por eso cuando alguien me dice que es madre soltera, les invito a que tengan orgullo y la fortaleza necesaria para que salgan por sí solas adelante, y muchas personas sí toman en cuenta lo que les comento. No me pueden hablar de pobreza porque yo sentí la pobreza extrema, y les puedo decir con orgullo que ser pobre y salir adelante enaltece a la gente.
“Después de los doce años y hasta que terminé la Normal fui acabador de zapato. Todos mis estudios los realicé trabajando y estudiando. Me casé cuando cursaba el segundo año en la Normal, y también estaba trabajando. Mi esposa, América Hernández Reyes, y yo, logramos sacar juntos la carrera de docentes. Actualmente ella es docente en esta escuela.
“Cuando estuve en la secundaria, exenté todas las materias menos una: tuve que presentar un examen final de Español en el tercer grado. Por eso les digo a mis alumnos que le echen ganas y se formen buenos hábitos de estudio para que tengan mejores expectativas de vida, porque la vida día a día se torna mucho más difícil. También invito a los padres de familia a que les inculquen a sus hijos que hay que pensar en el futuro, porque ya a mi edad es difícil encontrar un trabajo que les permita vivir decorosamente.
“Cuando terminé la Normal me dediqué de lleno a la docencia. Mi primer trabajo fue en Ciudad Nezahualcóyotl, en la Escuela Primaria “Gral. Francisco Villa”; después, en el municipio de Temoaya, en la escuela Cuauhtémoc, de San Diego Alcalá; posteriormente trabajé una semana en San Buenaventura. Llegué hace dieciocho años aquí, a la Villada, a trabajar como docente.
“Sólo me arrepiento de no haber estudiado más, de no haber concluido una licenciatura en matemáticas faltándome sólo un año. A lo mejor fue porque ya tenía una familia y estaba trabajando, pero quizás fue más bien por flojera y por eso me arrepiento. Me faltó un poquito de voluntad. Yo invito a la gente a que no caiga en lo mismo, que no se deje llevar por la flojera.

Una de sus mayores ilusiones: acondicionar el auditorio

“Hace cinco años me inicié como director de esta institución. Me ha costado mucho trabajo consolidar ese sueño de ser director. Tengo proyectos muy ambiciosos para la escuela, de los cuales algunos ya se han logrado: una biblioteca que se inauguró cuando la escuela cumplió 50 años de haber sido fundada, el pasado 17 de julio. Inauguramos también una sala de computación que es propia de la institución, con diez computadoras donadas por el ex diputado Lic. Francisco Morales Flores. Posteriormente la Asociación de Padres de Familia adquirió otras computadoras para conformar una sala de computación bien equipada, bien amueblada. Hoy, una de mis mayores ilusiones es que se acondicione el auditorio que tenemos. Quiero que tenga isóptica, buena acústica, butacas cómodas, que sea en dos niveles para que quepan más personas. Que en él se pueda escuchar una conferencia, una presentación de un libro, un festival, una obra de teatro, pero que la vea la gente muy cómodamente.
“En San Mateo no tenemos ningún espacio que reúna todos los requisitos que debe llenar un auditorio. El señor Presidente Municipal vino el 20 de este mes (agosto) a inaugurar el ciclo escolar y delante de los padres de familia, alumnos, maestros y personal administrativo se comprometió a llevar a cabo la remodelación del auditorio, no este año pero estoy seguro que el próximo sí lo va a hacer.
“Se han hecho varios trabajos en la institución durante estos cinco años: construimos cuatro aulas, remodelamos los baños y la dirección, hemos ganado buenos hábitos en los alumnos, que es lo más importante, como por ejemplo casi no dicen palabras altisonantes en la institución, llegan puntualmente, no les permitimos que lleguen con peinados punk, etcétera.

(Continuará)

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